Narrativa: Una historia

-¿Qué estás escribiendo ahora? -preguntó Nicole.
-Una historia acerca de un grupo de escritores que trabajan en unas oficinas de una revista, una editorial, o algo así.
-¿Sí? ¿Y qué tal vas con eso?
-La verdad no muy bien, es decir, no he escrito realmente nada, estoy tratando de armar la historia pero no tengo nada bueno.
-Bueno, ¿qué sabes tú sobre ese tipo de trabajo?
-La verdad nada.
-Que pena... Inclusive, ¿no te parece un tanto inverosímil?
-¿Por qué?
-Un grupo de escritores en unas oficinas, es como una película, no creo que mucha gente trabaje así hoy en día por aquí.
-Pues no, aunque tal vez podría ser un grupo de escritores que venden articulos por mercadolibre y mientras tanto escriben.
-Vaya, ¿eso se te vino de pronto?
-No, la verdad me lo imaginé desde una vez que fui a retirar un articulo personalmente en un localsito dentro de uno de esos edificios del centro. Solo habían computadoras y cajas con cosas. Fue como una visión de mi futuro.
-Pues aún no me gusta tu historia, suena floja.
-Lo sé.
-¿Tienes algo más?
-Un montón de buenas ideas.
-Deberías de escribir una de esas buenas ideas en vez de gastar tiempo tratando de mejorar una mala.
-Son algo complicadas, por eso las dejo para después.
-Tienes un problema.
-Al menos no es alcoholismo.
-Desearías que fuera alcoholismo.
-Realmente.
-La única forma de verte escribir algo es que sea casi autobiográfico. Deberías acostumbrarte un poco a crear algo de verdadera ficción.
-Vamos, Nicole, nada es completamente ficción.
-Deja que algo, por al menos una vez, se valga por sí mismo.
-...
-Podrías terminar aquel cuento tipo Lovecraft del otro día, se veía bueno.
-O podría escribir un cuento tipo urbano caraqueño.
-Aquí vamos de nuevo.
-No, en verdad, Nicole, podría ser bueno.
-¿Aja?
-En él habrán unos chamos que hablan sobre lo fracasado que es uno de ellos para escribir.
-Otra vez, eso es autobiográfico, ¿no puedes intentar algo diferente?
-Y el pana se llamará Víctor.
-Coño'e la madre.