15 agosto 2016

Cuento: El título era "Navegante"

El título del texto era "Navegante" y decía:

Hace tres años que mató por accidente a su esposa al confundirla con un pirata que se había escabullido dentro de su casa, en medio de la noche, buscando represalias. El asunto dejó de tener sentido nada más estuvo bien despierto y los despojos del sueño se esfumaron, entonces se dio cuenta del horrible acto que acababa de cometer al ver como se manchaban sus manos con la sangre de su mujer. Había dado un salto desde la cama y aterrizado con el puñal apuntando al estómago, pisando los lentes que su mujer usaba para leer y ahora se encontraban hechos pedazos bajo sus pies. "Te dije que no era buena idea que dejaras el sable allí", fueron sus últimas palabras antes de morir.

Ahora iba a casarse de nuevo, esta vez dejando la espada junto a la puerta y no junto a su cama, pero sin cambiar su estilo de vida como marinero de aguas profundas y cazador de bestias marinas. Temerario ante la presencia de los piratas que no solo habitaban sus pesadillas sino también las aguas de un ya temible mar.

- Tú ex-esposa tenía aquella casa en la montaña que se te heredó, a pesar de la forma en la que pasaron las cosas. No temas a nada; alejate de esta vida de porquería. Ve con tu nueva esposa a una luna de miel lejos de estas playas. Hazlo. Allá podrán engendrar a tu primogénito y descansar.

El navegante no tenía nada que objetar, se dio cuenta de que tan buena podía ser aquella idea y sonrió. Partió al otro día de celebrarse las nupcias.

Al llegar un sentimiento de nostalgia lo asoló. Había estado allí una única vez antes, estando acompañado de su antigua esposa. Aquella sensación lo hizo mantenerse en completo silencio hasta que escuchó los llamados de su recién casada esposa para ir a ver algo en el jardín. Él no fue hacia el lugar que ella le pedía. En cambio cruzó la amplia sala, sin reparar demasiado en la chimenea y candelabro que parecían hallarse como se los había dejado hacía varios años atrás. Subió las escaleras y se internó en el pasillo donde estaban los dormitorios. Entró a la última habitación, el que solía ser el favorito de su esposa y tenía buena vista hacía un lago y dos blancas montañas al fondo. La puerta se abrió suavemente, como si lo hiciera por sí sola. Allí estaba, sentada en la cama, su antigua esposa, que lo miraba sin decir una palabra ni hacer ningún gesto, conservando los mismos lentes que había estado usando aquella noche antes de morir. Él la miró, y luego concentró su atención en un sobre que se encontraba puesto cuidadosamente sobre el centro de la mesa de noche, justo a unos pasos de ella. Lo tomó en sus manos y lentamente deslizó el contenido fuera del sobre. Desdobló las hojas y reconoció la letra de su antigua esposa mientras las revisaba.

El título del texto era "Navegante" y decía:

Hace tres años que mató por accidente a su esposa al confundirla con un pirata que se había escabullido dentro de su casa, en medio de la noche, buscando represalias...

No hay comentarios:

Publicar un comentario