El hombre debería de haber podido escoger
el hueco en que quedaría muerto por nada
y en la noche perenne es víctima mortal
de las circunstancia de las que no es culpable "nadie"
estipulan desmembrados campesinos nos salven
de una miseria inagotable y solemne
en las vías del desarrollo bien estructurado
de la repartición inequívoca y necesaria de la miseria
no soy yo un hombre que comparta las ideas
del abandono espiritual a esas elevaciones que son
contrarias al crecimiento humano personal más feliz
es arriesgado vivir un día más de desgracia que ahora mismo
morir en manos de un puñado de miserables soldados escarlata
que a toda costa han convertido este país en una cárcel y un cósmico tártaro.
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