Devuelveme a la infame obscuridad
devuelveme a la noche donde pertenezco
y más nunca te atrevas a traer luz por estas sendas
maldecidas por dios
abajo donde el frío se come la vida
y nada se sostiene ni dura
más que la nada misma
llevame a donde el silencio reina y marchate para nunca volver
que la noche obscura desmanche la tierra roja del recuerdo
y la memoria se eclipse como la mirada insensible
de un ave nocturna
postrado estaré donde todo sonido es grave insulto
y la soledad es el camino que no perece
ante la ilusión y la esperanza
de que amanezca aunque no lo pida.
A veces, caemos en excesos del lenguaje que entorpecen el poema. ¿Por qué obscuridad y no oscuridad? Quizás podrías repensar el poema, en cómo afinarlo y nombrar lo oscuro sin decir: noche obscura, eclipse, ave nocturna, noche, infame obscuridad (al mismo tiempo).
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, hace muchos años que escribo en bloggers de forma perezosa pero esta vez estoy forzandome a escribir y publicar ejercicios diariamente para deshacerme de vicios y lugares e ir reforzando mi escritura. No soy el último en darse cuenta de las debilidades que hay por ahí, pero bueno, solo lo posterior dará cuenta de ello. Gracias!
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